lunes, 12 de enero de 2009

CIERRE DE AÑO

Hacer un balance del año que concluye, no resulta fácil, si consideramos los temas que se han quedado pendientes. El tema de la inseguridad, por ejemplo, Nos lleva a reflexionar si las acciones implementadas por el gobierno federal, han dado los resultados que se esperaban. Ya son dos años de “guerra” contra el crimen organizado. Las cifras de los decesos son inquietantes. Estamos frente a una situación crítica. Continúan las matanzas, los robos y secuestros. Y, lo que es peor, la exposición pública del grado de corrupción en el que han caído los mandos policiacos (el caso de la SIEDO) es uno de los ejemplos más significativos de lo que el crimen organizado ha logrado al infiltrarse en esas corporaciones. Lo que nos lleva a una pregunta obligada ¿Hasta qué punto está involucrado el crimen organizado en las instituciones? ¿Cómo confiar en las instituciones encargadas de garantizar la seguridad de los ciudadanos? No tenemos de otra. El investigar y la detención de los policías corruptos, nos tiene que dar una esperanza de que se puede controlar a los delincuentes. Aún falta mucho por hacer. Desgraciadamente, las condiciones sociopolíticas que prevalecen en nuestro país, son las que han permitido que la delincuencia sea una forma de vida. La injusticia social, la flagrante desigualdad que impera en el país, ha llevado a miles de personas a buscar en otras latitudes el sustento de sus familias. Han tenido que soportar abusos y, en algunos casos, hasta la muerte. Otro tema que no puede escapar de la reflexión, es el tema de la educación. La Alianza para la Calidad en la Educación que se anunciara a mediados del año, sigue sin dar resultados. No se sabe a ciencia cierta, si se están implementando las acciones necesarias para lograr los objetivos propuestos por dicha Alianza. Las manifestaciones de descontento continúan en las calles. El movimiento magisterial sigue “en lucha”. Lamentablemente, con esas actitudes lo que han logrado es la desaprobación de la sociedad. Sobre todo, de aquellos a los que esas manifestaciones y paros, han afectado directamente. Sí la calidad de la educación no es la deseable, sí existe un atraso preocupante en los sistemas educativos, los maestros no ayudan a mejorar la educación si no hay compromisos. Los derechos laborales no se cuestionan. Lo que se pone en tela de juicio son los métodos. Sabemos que al magisterio le han hecho mucho daño, los líderes sindicales. Y no será hasta que se haga una verdadera depuración y se alcance la democracia al interior de los sindicatos, que la educación en este país, tenga, cuando menos, una forma más honesta de alcanzar los objetivos que demanda esta época tan acelerada e inundada de tecnología. Cerramos el año envueltos en una fuerte crisis. Es en estos tiempos cuando debemos ser más creativos. Debemos ser más solidarios con los que menos tienen. Son tiempos en los que los valores humanos tienen que salir a flote. En las crisis se pueden fortalecer muchas cosas. No podemos bajar la guardia. Este país ha salido y seguramente, como siempre, saldrá a flote. Somos una nación de personas trabajadoras y honestas. El siguiente año es una oportunidad para elegir a nuestros representantes. Procuremos estar mejor informados y no perdamos la oportunidad de hacer valer nuestro voto. México lo necesita.