martes, 6 de mayo de 2008

LA DEMOCRACIA SE GANA CON VOTOS…


Desilusión e impotencia, es lo que seguramente miles de mexicanos sienten ante la situación que está viviendo el Partido de la Revolución Democrática (PRD). La elección interna que se llevó a cabo el pasado mes de marzo, estuvo plagada de irregularidades. Irregularidades tanto o igual de graves como las que señalaron en los comicios del 2006. Una vez más, la incongruencia es una peculiaridad del que se dice “partido de la izquierda mexicana”. Hay que recordar que desde que el llamado “Peje” era presidente del PRD, este partido (salvo muy dignas excepciones) siempre se ha destacado por contradecirse y por su postura intransigente. Qué lejos han quedado los discursos a favor de los desprotegidos y de los que menos tienen. Muy lejos ha quedado la esperanza que miles de mexicanos depositaron en este partido político. La ambición de poder y la danza de los millones de pesos que significa tener el control de esta institución política han rebasado los nobles motivos que hubieran podido darle razón de ser al PRD. La lucha por la democracia se ha diluido y ahora no es más que una patética burla para quienes luchan verdaderamente en pro de la libertad y del bien social. Con los hechos, el partido del “Sol Azteca”, nos demuestra que nunca ha sido su intención asumir el compromiso social que millones de mexicanos depositaron al emitir su voto y darle esa posición privilegiada que detenta el día de hoy. Que no se les olvide que fue la sociedad mexicana la que les dio ese poder. Que no se les olvide que gracias al sufragio el PRD existe y detenta el poder político que tiene. Es verdaderamente una pena todo lo que ha sucedido en el PRD. Para los detractores de López Obrador, todo esto ha sido una oportunidad para restarle credibilidad y exhibir sus ambiciones. Para los perredistas representa una vergüenza y una decepción. Porque sin ir más lejos, el que se dice “presidente legítimo” es el que más incongruencias ha demostrado desde que llegó al poder al ocupar la Jefatura de Gobierno del Distrito Federal. Desconoce al gobierno federal pero le exige; habla en pro de la democracia y es el principal responsable de la crisis que actualmente vive su partido; habla de unidad y es el primero que ha divido al PRD; se opone a una privatización de PEMEX cuando nadie ha hablado sobre esa posibilidad; se propone en contra de cualquier iniciativa para resolver la problemática que vive el sector energético y ni siquiera ha sido capaz de presentar una propuesta y sin embargo ya se le olvidó que él mismo lo propuso en su proyecto de gobierno. Si usted votó por el PRD, ¿se hubiera imaginado lo que iban a hacer con su voto? ¿Realmente esos políticos están trabajando por un México mejor? ¿De verdad están convencidos de qué son la mejor opción política para la Nación? ¿Estarán convencidos de que en las próximas elecciones los miles de mexicanos que votaron por su partido, volverán a hacerlo? ¿No se darán cuenta de que existimos millones de personas que esperamos una mejor administración pública, que a través de lo que tendrían que hacer en las Cámaras, sea eficiente y siente las bases para un México más democrático y justo? Pareciera que no. Sólo vemos a legisladores perredistas impugnando, descalificando, peleándose con unos y otros, y ahora, hasta con ellos mismos. No es posible que quienes pretenden gobernar al país hayan caído tan bajo. ¿Acaso no se dan cuenta que se han puesto en el crisol de la opinión pública y que a sus contrincantes políticos les han dado armas para usarlas contra ellos mismos? Sabemos que el próximo año es un año de elecciones y que las reglas del juego han cambiado. Ya no se pueden hacer precampañas. Y el tiempo que tienen para hacerlo se redujo considerablemente. Sólo contarán (y esto es parejo para todos los partidos políticos) con un mes para hacer la elección de sus candidatos y para llevar a cabo su campaña política. De tal manera que no será posible dar a conocer a sus candidatos y convencer a los electores de sus plataformas políticas. Por eso toda esta situación, aunada a la que han venido arrastrando, será vital para las aspiraciones de los políticos del muy quemado y patético PRD.